Pienso que puedo ser encantador hasta la media noche,
y entonces se
rompe el encanto.
Puedo ser el borde que rompe la velada con un mal
comentario.
Puedo ser divertido y amable.
Puedo pasar de tí y odiarte
hasta el amor (o amarte hasta el odio)
Pero no puedo dejar de quererte.
En resumen: no puedo dejar de ser yo mismo y sin embargo, a pesar de
eso, curiosamente... puedo quererte. ¿Y tú? ¿Me quieres?